El dúo de artistas neerlandeses Erwin Driessens y Maria Verstappen colaboran juntos desde 1990. Tras completar sus estudios en la Academie voor Beeldende Kunsten en Maastricht y la Rijksakademie en Ámsterdam, desarrollaron una versátil base de trabajo que incluye objetos, máquinas y software.
En el Can Reon Festival 2025, presentarán Tickle Salon, una instalación artística que presenta un robot que hace caricias. Los participantes se tumban, y se inicia una sesión de caricias de 15 minutos. Un suave cepillo desciende sobre el cuerpo, y se desplaza sobre la piel sujetado por cuatro hilos de nailon. El robot no tiene conocimientos preprogramados sobre el cuerpo humano. En su lugar, explora suavemente con el cepillo y desarrolla un modelo virtual del participante. Cada vez que el cepillo entra en contacto con el cuerpo, las coordenadas del punto de contacto se añaden al modelo.
El robot utiliza este modelo para perfeccionar sus movimientos, permitiéndole flotar justo por encima de la piel. Con el tiempo, solo la punta del cepillo toca suavemente la superficie de la piel, creando una sensación altamente placentera. En esencia, el robot «aprende» a hacer caricias sensibles sobre la superficie de la piel. Una pantalla muestra el modelo del cuerpo: la «representación» que este robot «ciego» ha creado durante su exploración táctil.
A las personas les encanta ser acariciadas, preferiblemente por alguien querido. Sin embargo, cuando una persona acaricia a otra, el movimiento y la motivación pueden verse afectados por la fatiga. La variación, la atención y la imprevisibilidad son elementos clave para una experiencia placentera de caricias, lo que inspiró el desarrollo de Tickle Salon.
En la versión Tickle Salon 2.0, dos botones (uno verde y otro rojo) permiten a los participantes dar respuesta sobre si la caricia se percibe como agradable o molesta. El punto correspondiente del cuerpo se almacena en el modelo y se marca en consecuencia. El robot utiliza esta información para ajustar sus movimientos: evita las áreas marcadas como molestas y se centra más en los puntos identificados como placenteros.
Estás invitado a experimentar esta forma única de caricias. La participación es gratuita.